Sin desplome y sin miedo
lanzó la pregunta que los puso a temblar.
Era el principio y era el final.
Sin una noche larga para poder conversar.
Media el aburrimiento que es
eliminado por sus químicas.
Ampliándose el deseo y
Midiendo sus limitaciones.
Inmediatamente empezó él,
tratando de ser lo más sincero
a pesar de conocer lo que ya ella sabía, y que
la tarea ya la tenía hecha.
Quiero que la química que siento por vos,
sea la que me permita sentirme feliz
sin maltratar la tuya, que sea compartida
Quiero que lo que siento hoy al verte a los ojos
pueda prolongarse por siempre,
vivir el verde profundo,
sin sentirme ajeno,
sin sentirte ajena,
sin tener que comprometer
las alegrías antes creadas por ambos
pero sí comprometerme a crear las nuevas.
Quiero arriesgarme
a llegar hasta el límite de nuestras capacidades
para poder ser lo que somos y sentimos.
Tener la capacidad de decir alto
y poder decir sigamos.
Si es solo de saludarnos y trabajar
me parecerá realmente bello más que
llegar a trabajar sin saludarnos.
Quiero llegar al acople
de mi realidad y la tuya
sin tener que obviar ninguna
poder ser palanca, no que estorbe,
sino que construya.
Pero sé que te aburrirás.
“No es frágil como una flor,
sino frágil como una bomba”
así lo dice tu frente.
Pero ella, no contestó.
Ni su miedo, ni su aplome
resistió el golpe del temblor.
Era el principio y era el final.
Sin una noche larga para poder conversar.
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